Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestra Señora de la Soledad en el Monte Calvario y San Sebastián Mártir, Patrón de Palma del Río

Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestra Señora de la Soledad en el Monte Calvario y San Sebastián Mártir, Patrón de Palma del Río

Historia de la Hermandad

La devoción a nuestro Patrón San Sebastián tiene su origen en la Edad Media, como Santo protector ante las graves epidemias contagiosas, como la peste negra en la Baja Edad Media. Así pues, supone una de las más antiguas advocaciones de gran calado popular. Esto explica que desde principios del siglo XV se conoce la existencia de una Cofradía y Hospital de San Sebastián en la Villa de Palma. Todo ello puede llegar a tener explicación si lo comparamos con otros pueblos del valle del Guadalquivir. San Sebastián Mártir ha sido elegido históricamente en gran cantidad de localidades como patrón, siendo uno de los santos católicos más repetidos para esta condición. Uno de los factores que condicionan esta realidad es su posición como defensor ante la peste, hecho que lo convirtió en una de las advocaciones más populares de la Edad Media, ante el surgimiento de numerosas y mortales enfermedades.

La devoción a la Virgen de la Soledad es una de las más antiguas devociones del ideario cofrade andaluz. Pese a la reducida existencia de la actual Hermandad de la Soledad, sus raíces históricas se remontan en Palma del Río a la antigua cofradía de penitencia de la Soledad, fundada en torno a 1580, en el convento franciscano de Ntra. Sra. de Belén de la villa de Palma. La devoción a la Virgen de la Soledad se mantuvo viva en su capilla en el renovado templo franciscano que mandó construir fray Juan de Palma.

La Hermandad de la Soledad sobrevivió a todos los avatares cofrades desde el siglo XVI hasta febrero de 1936, año en que fueron quemadas todas sus imágenes y enseres en el exconvento de San Francisco. Tras estos sucesos, la Hermandad de la Soledad desapareció del mundo cofrade palmeño. Al contrario que otras hermandades antiguas, como la Hermandad de Jesús Nazareno o la Hermandad del Santo Sepulcro (que históricamente se había insertado dentro de la desaparecida Hermandad de la Soledad), la Soledad no se recuperó como devoción ni como hermandad en la década de los años cuarenta del siglo XX.

Durante la reorganización de la Semana Santa palmeña a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y su modernización durante las primeras décadas del XXI, la advocación de la Soledad no estuvo presente pese a ser una de las históricas devociones palmeñas. No obstante, dicha ausencia temporal finalizó oficialmente cuando, el día 16 de noviembre de 2019, la nueva imagen de Nuestra Señora de la Soledad fue bendecida en la Iglesia Parroquial de la Asunción por el párroco Francisco Manuel Gámez Otero.

El origen de la nueva efigie de la Soledad tiene sus días el 8 de abril de 2015. Tras una reunión con el párroco Francisco Baena Calvo en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, y siendo Hermano Mayor de la Hermandad de Jesús Nazareno Eloy Luis Viro Espejo, junto a los hermanos José Luis Cumplido, Fernando Domínguez Chacón, Eloy Viro Ruiz, Antonio García Álvarez, Daniel Ceballos Sánchez y Francisco Javier Tejero Rodríguez, se solicitó la autorización para que este grupo inicie el “Proyecto de recuperación devocional de la Soledad de la Virgen en Palma del Río”. Francisco Baena Calvo dio su beneplácito para que, en el seno de la Hermandad de Jesús Nazareno, se recupere la devoción a la Virgen de la Soledad. Tras este primer momento se comenzaron a dar los pasos para que la Hermandad integrara como cotitular a Nuestra Señora de la Soledad, que históricamente estuvo vinculada a esta Cofradía.

Dos años después, José Luis Cumplido Leonés, en representación del grupo de hermanos, encargó la hechura de la imagen de la Soledad al escultor palmeño Manuel Jacob Quero Velasco el 25 de abril de 2017.

Se le requería al imaginero que la Virgen de la Soledad debía representar uno de los momentos más dolorosos de María, tras dar sepultura a su Hijo. Se exigían, por tanto, unas características fisionómicas que la aproximaran a este momento evangélico y la apartaran de otras dolorosas de las diferentes estaciones de la pasión.

El imaginero Quero acogió con sumo respeto e ilusión este encargo de una Virgen de vestir, adulta, compungida, sobria y con total aceptación de la voluntad de Dios. El imaginero se comprometió a realizar una «Virgen Dolorosa de candelero de tamaño real (165 cm aproximadamente). Cabeza y manos en madera de cedro policromada y el resto, cuerpo, candelero y brazos en pino de Flandes», tal como se explicita en el contrato entre José Luis Cumplido y Manuel Jacob Quero el 25 de abril de 2017.

Será con el nuevo párroco, arcipreste y consiliario del Consejo de Hermandades y Cofradías, Francisco Manuel Gámez Otero, quien impulsará la creación de una nueva Hermandad que recuperara la advocación de la Soledad de tanta tradición en Palma del Río.

La nueva situación representaba que se habían de dar los pasos para constituir una nueva Hermandad con plena autonomía y no fuera cotitular de la Hermandad del Nazareno. A tal fin, se redactaron unos estatutos que promovieron el reconocimiento oficial del Obispado de Córdoba. En un breve tiempo, el Obispo de Córdoba, Monseñor Demetrio Fernández, aprobó la erección canónica de la nueva Hermandad con sede canónica en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.

Debemos hacer la observación de que un condicionante fundamental para la constitución de esa nueva Hermandad fue su vinculación con la devoción de San Sebastián Mártir, Patrón de Palma del Río. De esta singular forma, se produjo una conexión histórica de la Soledad en el Monte Calvario del siglo XVI con San Sebastián, venerado por el mundo cofrade palmeño desde el siglo XV.

La actual Hermandad gravita sobre unas claves interpretativas fundamentales: su vinculación con el espíritu franciscano, de ahí la túnica que se establece para los hermanos penitentes, claro signo seráfico de riguroso paño negro con cíngulo de anudamiento franciscano; la más importante, María Santísima de la Soledad, ubicada en el momento pasional del Sábado Santo entre la muerte y la Resurrección de Cristo. Esto, de facto, supone una nueva Cofradía con Estación de Penitencia en la noche del Sábado Santo; y, por último, la veneración y organización de las fiestas en honor al Patrón de Palma del Río, San Sebastián Mártir.

El 8 de abril del año 2023, procesionó por primera vez la imagen de Nuestra Señora de la Soledad por las calles de su feligresía en la tarde del Sábado Santo palmeño.

SEDE 

  • Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción

SALIDA PROCESIONAL

  • Sábado Santo

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